La sensación de dientes superiores salidos suele ser como consecuencia de unos incisivos superiores proyectados hacia delante o a veces es el resultando de tener la mandíbula (hueso inferior) en una posición más posterior.
La figura llamada «Clase II» es la que representa esta condición física de «dientes superiores salidos».
Comúnmente esta maloclusión se asocia con «dientes de conejo». Pero insisto en que hay que realizar un diagnóstico de la posición de los dientes y de los huesos para determinar donde esta el problema. Una vez diagnosticada la causa de la clase II, podremos tratar el problema.
A edades tempranas tenemos una mayor posibilidad de tratar los huesos mediante ortopedia dental. El paciente en edad de crecimiento presenta unos huesos más «elásticos» y además podemos modificar la dirección del crecimiento óseo para favorecer la corrección de la maloclusión.
En otros casos habrá que plantear extraer dientes para crear espacio y llevar «las paletas» al sitio correcto.
En los pacientes adultos con problemas esqueléticos tenemos que combinar a veces los movimientos de ortodoncia con la cirugía ortognática. La ortodoncia mueve dientes, pero si la separación que existe entre los dientes superiores e inferiores es muy grande o si al mover los dientes vamos a estropear la estética de la cara, entonces debemos recurrir a mover también los huesos maxilar y/o mandíbula.
Estas decisiones las toma el ortodoncista valorando al paciente, sus radiografías y su mordida. Tras un estudio de ortodoncia, el profesional tendrá toda la información para recomendar la opción más adecuada de tratamiento al paciente.
Un saludo,
El dentista Infantil